Los bowls de fuego, también conocidos como cascadas de fuego, destacan por su fascinante
contraste entre el líquido sereno y el encanto ardiente de las llamas. Aunque emiten calor,
su propósito es eminentemente decorativo, otorgando al entorno una distinción singular.
Su funcionamiento es sencillo, similar al de las chimeneas de gas, ya sea de forma natural o
con propano. Las piedras y ornamentos utilizados agregan una estética única, complementando
la conexión al gas (aunque se están explorando alternativas eléctricas), que desencadena el
baile de las llamas.
En la actualidad, contamos con instalaciones que pueden ser controladas remotamente, incluso
mediante temporizadores o programadores, permitiendo encender o apagar las llamas a
distintas intensidades según los efectos deseados por el propietario.
Estas creaciones combinan la energía del fuego del bowl con el agua que cae desde la cascada
hacia la piscina o fuente, creando un efecto visual sorprendente, como el de cualquier otra
cascada natural.
La gama de opciones es amplia: algunos bowls solo contienen fuego, mientras que otros
combinan ambos elementos, con llamas en la parte superior y chorros de agua que caen
lateralmente hacia la fuente o piscina. Incluso es posible encargar un bowl personalizado.
La magia técnica de estos bowls radica en su sistema de encendido, compuesto por quemadores
de bajo consumo. Incorporan válvulas de gas, microprocesadores resistentes al agua,
mecanismos de desvío de agua en caso de lluvia y luces LED para monitorear los sensores de
gas, voltaje y flama. Pueden ser controlados manualmente o de manera completamente
electrónica.
Como toque final estético, se decoran con rocas para recrear la sensación de una fogata
natural.
Los diseños pueden ser minimalistas o sumamente complejos, dependiendo de si se enfocan
únicamente en el fuego o se combinan con el agua. Esto significa que la creatividad para
personalizar tu bowl no tiene límites.